Llega el calor y saltan las dudas sobre cómo cuidar a tu perro durante el verano. Coge papel y lápiz que, aunque los consejos son sencillos, ¡también son muy necesarios!
Aunque todavía quedan varias semanas para dar la bienvenida oficial al verano, el calor ya se hace presente en nuestro día a día. A simple vista no parece que haya ningún problema: largos paseos con nuestros colegas al atardecer, descansar en el parque mientras los perretes socializan… Pero ojo, que no todo lo que reluce es oro.
Los peludos sienten el calor mucho más rápido que los humanos debido a su pelaje y su incapacidad para producir sudor.
Entonces, ¿los perros no sudan?
Sí que lo hacen, pero muy diferente a como lo hacemos nosotros los humanos. Es decir, los perros no tienen glándulas sudoríparas en la piel y, por lo tanto, sudan por las patas y se refrigeran por la boca cada vez que jadean.
El caso es que el calor es un enemigo para nuestros colegas de cuatro patas ya que, al sufrirlo en mayor cantidad, estos tienden a deshidratarse muy fácilmente.
Por lo que llevar una botella de agua cada vez que salgáis a pasear no es que no sea una mala idea, es que es esencial para que el perrete pueda estar sano y no sufra ningún golpe de calor durante los días más calurosos del año.
Además, durante este periodo que parece ya ha comenzado, deberás prestar mucha atención a las almohadillas de las patas de los canes, una parte que, en temperaturas extremas podrían sufrir quemaduras.
Así pues, salir durante las horas más calurosas del día no solo podrá tener como consecuencia un golpe de calor, sino que además, las patitas de nuestros colegas pueden verse afectadas al estar en contacto directo con el suelo de asfalto, pavimento o aceras, que acumula el calor y aumenta de una manera alarmante su temperatura.
Para que te hagas una idea: con una temperatura de 30ºC el asfalto puede llegar a alcanzar los 60ºC.
Cómo evitar las quemaduras en las almohadillas de los perros
Para empezar, y como consejo principal en cómo cuidar a tu perro durante el verano, deberemos evitar sacar a pasear al perro en las horas de máxima incidencia del sol, es decir, entre el mediodía y las primeras horas de la tarde.
Además, ya sea antes o después, lo ideal es elegir espacios en la naturaleza, donde el suelo no este asfaltado, como por ejemplo el campo o, si vives en la ciudad, los parques también son una muy buena opción.
Si para llegar a estos espacios debes pasear algunos metros por la calle (recuerda, siempre fuera del horario más caluroso) una opción es ponerle a nuestro colega unas botitas o refrescarle las patitas con agua durante ese pequeño paseo.
No obstante, mantener una buena hidratación en las almohadillas, tanto en invierno como en verano, es lo ideal, ya que evitará que estas se agrieten o se endurezcan, por lo que serán más resistentes.
¡Ah! Pero no vale ponerle crema de humanos, sino que deberá ser una específica para las almohadillas de los perros, y aplicarla después del paseo sobre una zona limpia.
Así que ya sabes, durante las horas de máxima radiación, ¡en casa se está mejor! Y luego, con una buena hidratación y rodeados de árboles, tú y tu colega perruno pasaréis los mejores días del verano.
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